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Transformación digital acelerada

Transformación digital acelerada

Hablábamos de transformación digital hace ya unos años, con cautela y previniendo que teníamos que ponernos las pilas por que solo las empresas que lograban adaptarse a esta nueva era, en la que la digitalización ya estaba presente en todos los sectores y áreas, prodrían destacar y sobrevivir sobre el resto.

Tras la situación de crisis, el cambio se va a producir o se está produciendo a marcha forzada. ¡Ya no hay marcha atrás y debemos de hacerlo!

Panorama general

Parte de la mediana y la gran empresa ha ido comprendiendo que era una obligación, la de transformarse digitalmente y transformar a su equipo; por eso han abordado esta tarea:

  • adaptando los medios telemáticos al día a día: de esta forma los profesionales han ido adquiriendo habilidades y capacidades técnicas consecuentes con la transformación tecnológica de los puestos de trabajo;
  • mejorando, ampliando o adquiriendo software cloud más completos y competitivos: adaptados al sector, al equipo humano que lo utiliza, a los nuevos modelos de trabajo como el teletrabajo, y a los objetivos de las empresas;
  • aprovechando los avances y posibilidades tecnológicas para ofrecer una mejor y mayor atención a sus clientes y usuarios;
  • adoptando la IA para optimizar procesos de trabajo y generar información de valor para el negocio.

La mediana, en algunos casos, y la pequeña empresa se ha visto más apurada en dicha adaptación; pues en la mayoría de los casos se trata de negocios familiares que han sido gestionados de manera tradicional: mucho papel, varios archivos para la gestión de la misma área o sección, … sin procesos bien definidos o manuales en los que el error humano es más probable, grandes cantidades de datos manipulados desde diferentes ámbitos y sin conexión entre sí… etcétera.

La resistencia al cambio

El hábito, costumbre y seguridad de hacer las cosas de una determinada forma hay ocasiones que no nos deja ver los beneficios que producirían hacerlos de otra; hay una resistencia clara al cambio por la incertidumbre que provoca; porque hay que abrir la mente y cambiar los esquemas mentales que poseemos, los preconceptos, para afrontar el reto de cambiar la forma de hacer las cosas.

¿Un reto no es estímulo?

Si piensas que no lo es, es una obligación que lo sea, así que debemos de entusiasmarnos con la idea de evolucionar al igual que lo hacen nuestros clientes o usuarios de manera natural, porque si no… será fácil quedarse fuera del mercado.

La clave

Hay varios aspectos clave que van a favorecer afrontar el cambio eficientemente:

  • afrontarlo de manera positiva y no como una obligación, sino con el convencimiento de que en la vida nunca se dejan de aprender cosas;
  • ver la formación como un pilar básico para mantenernos al día y estimular el pensamiento hacia nuevas ideas;
  • aprender de los que saben y copiar su actitudes, la actitud es uno de los aspectos más importante para afrontar cualquier cambio. La actitud es la disposición de ánimo manifestada de algún modo (RAE), por eso esta debe ser positiva, de disposición, luchadora, proactiva, etc…
  • contagiar a los demás y ser contagiados de entusiasmo;
  • tener en cuenta que el cambio, el aprendizaje de lo nuevo o esa otra forma de hacer las cosas, no solo debe ser de uno mismo, sino del equipo con el que se comparte el día a día y el objetivo común de la organización a la que pertenecen.

… y cuanto antes entendamos que el mundo es cambiante, al igual que los consumidores y usuarios que nos sustentan; antes enfocaremos el aprendizaje continuo como un deber de cualquier profesional y una filosofía de vida…

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