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Formación y comunicación interna en el ámbito laboral

Formación y comunicación interna en el ámbito laboral

La gestión de la formación es una tarea que requiere conocimientos del proceso formativo; de hecho, el éxito o fracaso de la acción formativa va a depender en gran medida de los recursos materiales y humanos de los que se dispone y de la correcta distribución y gestión de los mismos para el proceso.

Grosso modo, formar es preparar intelectual, moral o profesionalmente a una persona o a un grupo de personas. Las grandes empresas dedican esfuerzo en realizar un análisis de las necesidades formativas para canalizar mejor los recursos humanos y planificar la formación y comunicación interna conforme a los objetivos empresariales, la gestión laboral y el desarrollo del profesional.

En el ámbito laboral la comunicación interna y la formación son áreas a las que se dedica poco tiempo y se aplica vaga estrategia porque parece que estas (comunicación y formación) se practican y/o ejecutan sobre la esencia misma de la relación laboral, es decir, que surge y se construye con el paso del tiempo y sin necesidad de planificación u organización.

Todos nos formamos en el puesto de trabajo y nos relacionamos y aprendemos de nuestros compañeros, por eso no se ve obligado o necesario planificar la comunicación o la formación.

Sin embargo, es importante planificar y coordinar el tipo de mensajes, los valores, o los códigos de conducta que transmitimos como empresa a nuestro equipo ya que son factores que van a definir tanto la cultura corporativa como las actitudes tomadas por los empleados en las relaciones laborales con la entidad, sus managers o compañeros.

Comunicación, formación y competencias

Si decimos que la competencia “supone una combinación de habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores, actitudes, emociones, y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz”; resulta evidente que para la gestión y desarrollo de competencias hay que pensar en una gestión de recursos humanos orientada a la comunicación constante y formación en el puesto de trabajo, ya que:

  • mediante una comunicación interna bien planificada, podremos transmitir y evidenciar valores y actitudes aprobados y consolidados en el entorno laboral;
  • mediante la formación eficaz, podremos construir nuevos conocimientos e integrarlos con los ya disponibles en la organización.

La gestión por competencias es un modelo de gestión en el que se busca la mejor adaptación entre organización y personas para el cumplimiento de los objetivos empresariales.

En este sentido va a influir directamente en la definición de puestos de trabajo, los planes de carrera, la selección de personal y la evaluación del desempeño. Es por eso que mediante las áreas y departamentos de comunicación interna y formación se deberá trabajar conjuntamente.

Veamos un ejemplo de aplicación con una selección de las competencias más valoradas por las empresas (aunque recordemos que hay que tener presente que cada empresa tiene su propia lista y diccionario de competencias).

Según la siguiente lista de competencias más valoradas:

  • iniciativa: se inclina a la acción, se adelanta a los demás;
  • dinamismo: tiene energía, se mueve, es ágil;
  • responsabilidad: pone cuidado y atención, responde a su trabajo;
  • capacidad de aprendizaje: aprende fácilmente;
  • productividad: buen rendimiento, trabaja eficazmente;
  • flexibilidad: alta adaptabilidad a los cambios de trabajo;
  • liderazgo: guía, dirige y persuade a los demás;
  • trabajo en equipo: trabajar en grupo y colaborando con él;
  • autocontrol: tolerancia o resistencia a la presión, dominio de sí mismo;
  • habilidad de trato: mantiene buenas relaciones y evita discusiones;
  • razonamiento analítico: hace deducciones y llega a conclusiones;
  • facilidad de comunicación: se relaciona bien, transmite bien;
  • y deseo de logro: le gusta alcanzar nuevas metas, se siente motivado para ello.

Podríamos elaborar un plan de acción que refuerce y consolide algunas o todas ellas para un determinado departamento o área o para toda la compañía. Veamos un ejemplo de objetivos y tareas para la formación y comunicación con el equipo comercial:

  • hacer difusión de mensajes encaminados a fomentar la iniciativa y deseo de logro mediante newsletter específica o portal del empleado;
  • planificar formaciones que pongan en práctica habilidades de trabajo en equipo y en las que podremos podremos detectar otros aspectos relevantes de la persona/profesional que pueden ayudar al cumplimiento de objetivos comunes (empresa – empleado).

Como vemos, este tipo de prácticas se pueden realizar en cualquier tipo de empresa para mejorar la motivación y relación empresa-empleado con el consiguiente aumento de productividad y bienestar laboral.

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